Budapest, capital de Hungría, es uno de los destinos más accesibles de Europa Central gracias a su buena conexión aérea, ferroviaria y por carretera. Tanto si viajas desde otro país europeo como desde fuera del continente, llegar a esta ciudad llena de historia y encanto es más sencillo de lo que parece.


Llegar a Budapest en avión



La opción más rápida y cómoda para llegar a Budapest desde España o América Latina es el avión. El Aeropuerto Internacional de Budapest Ferenc Liszt (BUD) se encuentra a unos 16 km del centro de la ciudad y opera vuelos diarios con numerosas aerolíneas europeas y de largo recorrido.

Desde el aeropuerto, puedes llegar al centro de Budapest en transporte público (autobús 100E o combinación de autobús 200E + metro M3), en taxi o con servicios de traslado privado.

Consejo: Si reservas con antelación, puedes encontrar vuelos económicos con compañías low-cost como Ryanair o Wizz Air desde ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia.


Llegar a Budapest en tren



Budapest cuenta con tres estaciones principales de tren (Keleti, Nyugati y Déli), que la conectan con otras grandes ciudades europeas. Es una excelente opción si viajas desde Viena, Praga, Bratislava o Zagreb, ya que los trayectos son cómodos, frecuentes y bien organizados.

Desde Viena, por ejemplo, puedes llegar en unas 2 horas y media, con salidas cada hora durante el día.


Llegar a Budapest en autobús



Las compañías internacionales como FlixBus y RegioJet ofrecen rutas muy asequibles desde varias ciudades europeas. Es una opción ideal para quienes viajan con presupuesto limitado o desean moverse entre ciudades vecinas.

Los autobuses suelen llegar a la estación Népliget, bien conectada por la línea 3 del metro.


Llegar a Budapest en coche



Si decides llegar por carretera, debes saber que Hungría forma parte del espacio Schengen, por lo que no hay controles fronterizos con los países vecinos. Sin embargo, para circular por las autopistas húngaras necesitas una viñeta electrónica (e-matrica), que puedes comprar online o en gasolineras cercanas a la frontera.

Aparcar en el centro de Budapest puede ser complicado y caro, por lo que si llegas en coche te conviene buscar alojamiento con parking o dejar el vehículo en zonas P+R y moverte en transporte público.